El nombre de este huerto es una declaración de la comunidad que habita este espacio, receptiva a cualquier paseante, pero que quiere pasar desapercibida.
Se asientan sobre un solar propiedad de una entidad bancaria. Empezaron ocupando el terreno y más tarde un grupo de vecinos se reunieron con la
entidad para que les dejasen cultivar el solar mientras
permanecía sin uso. Inopinadamente les dieron permiso, y hasta ahora
Paqui, de origen asturiano y con raíces rurales, ejerce de catalizadora,
dinamizadora y animadora del espacio. El huerto es una maravilla, tiene
un toque caótico que lo hace muy atractivo. Cada hortelano cultiva su
parcela según sus gustos alimenticios y su sentido de la estética, lo
que le dota de una gran hortodiversidad.